domingo, 20 de septiembre de 2015

Pepero Game

Título: Pepero Game
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género:  fluff, Slash, Romance, Lime.
Extensión: One-Shot
Resumen: Un juego inocente nunca se había tornado tan indecente.




La semana de memership llego demasiado pronto, yo solo pensaba en que por fin podría estar cerca de Junsu, habíamos estado tan ocupados cada quien en sus proyectos, que no había reparado en cuanto lo echaba de menos.
Las fans estaban emocionadas de vernos por fin juntos, pero tristes porque Jaejoong no estaba. Las fans son tan geniales! Las amamos tanto, como ellas a nosotros, nos dan apoyo aun estando a kilómetros de distancia y me encanta hacerlas reír con alguno de mis gestos. Gracias a ellas somos quienes somos.

-Junsu-ah, ven acá baby~~ - lo estruje hacia mí, estábamos en los bastidores, todos sabían lo nuestro, lo supieron desde que dejamos a la SM, y nadie nos rechazó por ser pareja. 
-Chunnie-ah,  te he extrañado tantoow- dice el rubio con unos pucheros adorables en sus labios. 
-Yo también mi cielito, porque siempre tenemos agendas ocupadísimas y tan lejos uno del otro? – dije acariciando su nuca, descendiendo por su espalda; rozando nuestras narices y lentamente creando un contacto con nuestros labios.

Fue apenas un roce y me hizo estremecer, al igual que a él. Sus brazos rodearon mi cuello y me dedico una ronda de pequeños besos. Tan tiernos como la mirada que me dedicaba.
Los miembros del staff siempre se burlaban de nuestro comportamiento, porque yo era un celoso, posesivo y solo quería a Junsu para mí; y de Junsu decían que era como ver a una colegiala con su primer amor.
Y fuimos nuestro primer amor, no hubo nadie antes de él, ni antes de mí para mi baby. Y creo que nunca existirá alguien más para mí. Después de sentir lo que es el paraíso, no lo dejaría ir.

-Vamos chicos apresúrense, tienen que salir en 2 minutos!!- nos gritó con timidez  un chico nuevo en el staff, con las mejillas sonrojadas, asentimos y disfrutamos esa cercanía un poco más.

Todo estaba listo, las fans nos aclamaban y ahí estábamos frente a esas chicas que están locas, por nosotros. Todo transcurría con normalidad, un fanmeeting más. Hasta que…
-Chicos tenemos una petición de las fans, para ustedes… jugaran al peppero- nos dijo el mc
Ambos nos miramos, intercambiamos miradas cómplices y nos sonrojamos ligeramente. Aceptamos el reto. Aceptamos las consecuencias de dicho acto… pero como negarles algo a ellas?
Empecé yo, Junsu esperaba quietecito en el banco. Me acerque con nerviosismo, nos miraban muchas fans, (no era la primera vez que lo hacíamos, pero todo terminaba diferente cuando estamos solos) lo fui comiendo con timidez, lentamente y sonreí al mirar esas orbes avellana brillar tan intensamente como los reflectores que estaban sobre nosotros.
Las fans gritaban emocionadas al máximo. Nosotros sabíamos que les encantaba el fanservice, nos amaban como pareja… y ellas no estaban tan erradas. Su locura tenia parte de verdad.
El turno de Junsu, fue gracioso porque luego vi los vídeos que circulaban por internet y Junsu intento verse varonil, y por un momento lo logro.
Se acercó a mí, y coloco sus manos en mi cuello, por un momento creí que acabaríamos besándonos enfrente de todo mundo.  Me gusta cuando se pone posesivo, cuando sus  acciones toman fuerza.
Ambos estábamos hiperventilando; nos deshacíamos por dentro, solo quería salir del escenario y besar esos dulces labios. Junsu podría ser un hombre maduro en muchos aspectos de su vida, pero seguía siendo tan inocente, tan aniñado en muchas otras; que ese es su encanto natural… eso es lo que me tiene tan hechizado.
.
Por fin terminamos, por fin estábamos solos en nuestro apartamento… por fin pude besar con pasión esos pucheros, recorría su espalda… acariciaba sus cabellos rubios, danzábamos en medio de la habitación una inexistente melodía cadenciosa, tome sus caderas bajo sus ropas…guiando ese baile, en el que estábamos inmersos,  me enloquecía sentir su tacto. Estaba ensimismado repartiendo besos por aquí y por allá… y Junsu dejándose hacer… que no vimos que habíamos llegado a la cama y tropezamos, cayendo yo de espalda en la cama con Su encima de mí.
Reímos en medio del beso, suspire al sentir sus labios en mi cuello; después de que interpretara a Drácula, se le quedo la manía de morder mi cuello (nunca se lo he dicho, pero me gusta que lo hiciera), desabotono mi camisa y sus besos descendieron por mi pecho, para regresar a mis labios ansiosos.
Yo le dejaba “tomar el control”, pero cuando menos lo espero ya estaba debajo de mí sin camisa y siendo torturado, al lamer sus montecillos rosados, deje algunas marcas rojizas en sus costados y en sus caderas. Adoraba el sabor de su piel, lo adoraba a él.
Luego de muchos besos, caricias, toques indecentes, consumamos nuestra entrega de amor. Junsu susurraba casi entre sueños, algo inteligible, pero aun así con una gran sonrisa en sus preciosos labios. Recostado en mi pecho, era el lugar favorito para estar de él. (Y para mí también) me gustaba sentir su calor y su corazón latiendo unísono al mío.
Antes de caer en los brazos en los brazos de Morfeo, recordé que en la alacena había una caja de pockys, tal vez mañana jugaremos un poco de nuevo… pero con otro final. 



Fin.


domingo, 21 de julio de 2013

Hard to love.

Título: Hard to love.
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género:  drama, psycho(?
Extensión: One-Shot
Nota: Un poco de ChunJae, solo al comienzo. 



Junsu los miraba desde un lugar alejado. Miraba con envidia esa felicidad en el rostro de ambos; esa felicidad que el mayor le ofrecía a su amor, a ese quien debería estar con él ahora mismo. 

Llevaba cerca de 3 meses planeándolo todo. Yoochun seria para él, de cualquier manera. No cruzaba otra idea –más que esa- por la cabeza de Junsu.

***

Para JaeJoong y Yoochun era como cualquier otro día… hermoso por el simple hecho de estar juntos; ambos salieron a una cita. Unieron sus labios en un beso corto lleno de amor, entrelazaron sus manos y caminaron tranquilamente.

El destino tenía todo planeado, el destino que Junsu se encargara de crear. Basto solo un momento para acabar con la vida de alguien. Bastaron solo unos segundos para terminar una ilusión.

Junsu presiono el gatillo, que apuntaba directamente a JaeJoong. Las balas viajaron rápidamente, incrustándose en el pecho del chico.
Yoochun se quedo paralizado, mirando por última vez esos ojos oscuros aun con vida. Mirando la belleza de quien fuera su amor.

Cuando salió de ese estupor, se arrodillo justo al cadáver del rubio. Gritaba, lloraba y pedía auxilio, una ayuda que  sería inútil. La vida se había evaporado de ese ser lleno de belleza.  
Junsu sonrió satisfecho y huyo del lugar. Nunca sabrían que fue él. Quien podría declarar… nadie lo vio. Nunca nadie supo de él. 

Y ahora sería su momento, el momento en que tendrá a Yoochun para él, exclusivamente para él. El brillo malicioso cruzo nuevamente en sus ojos caramelo. 

Arranco el coche, mirando por última vez la escena de un Yoochun destrozado, por la repentina perdida de su pareja. Llego a su hogar,  riendo malvadamente al ver todas esas fotografías de Yoochun y las de ambos chicos. Tacho en su lista el nombre de JaeJoong. “Listo, ahora nadie podrá quitarme a mi Yoochunnie, él es solo mío, de nadie más”  Guardo su arma, guardo todo muy bien. Tomo un baño de agua tibia para relajarse, para bajar su excitación.  

***

Yoochun se encontraba en un estado de shock, no podía asimilar el perder a Joongie. Una ambulancia llego, pero era tarde y Park lo sabía. Nadie puede sobrevivir a una serie de disparos, que certeros destrozaron los órganos internos.
La policía llego y ayudo a Park, lo llevaron a él, mientras las autoridades correspondientes se hacían cargo del cuerpo del fallecido hombre.  

Yoochun declaro todo lo que pudo y lo mejor que sus sentidos aturdidos lo dejaban. Al llegar a casa, se sintió vacío, sus lágrimas calientes bajaron por sus mejillas, sin oponer resistencia… camino perdido dentro del que fuera la casa de ambos.

El aire aun conservaba el perfume de Kim, los sollozos y gritos desgarradores brotaban de su garganta. Se dejo caer en medio de la estancia. A oscuras, sin querer beber y comer algo, pasaron varios días.

Tuvo que regresar al trabajo, tenía que superarlo. Su corazón aún dolía, y su mente reproducía esas últimas imágenes de esos ojos grandes y expresivos. De ese rostro que aun en su último respiro no dejo de amarlo.

El tiempo paso, y Yoochun cambio su ritmo de vida, todos los días iba a tomar a cualquier bar, después del trabajo, se ahogaba en alcohol. Mientras Junsu lo observaba desde un lugar más cerca de lo que antes. Junsu tenía paciencia, tenía demasiada, para esperar el momento perfecto para poder llegar y actuar frente a Yoochun.

Ya había pasado cerca de siete meses desde lo sucedido. Yoochun se notaba desmejorado físicamente. Conservaba su trabajo gracias a que su jefe, era su amigo.  Todo cambio para Yoochun, ese viernes último del mes de agosto.  

Había terminado en el bar llamado “KNOX” que se convirtió en el que visitara frecuentemente, ese viernes pintaba para ser como todos los otros transcurridos. Pero no fue así, la razón fue sencilla… Park conoció a un chico de hermosos cabellos castaños. Sonrió como en esos casi medio año no había hecho.  Su corazón comenzó a latir, poso su mano sobre su pecho… 

“Vaya, aun tengo corazón, aún vivo!”. El joven castaño, ocupo el lugar siguiente a él, en la barra. Y la respiración de Park, se volvió acelerada y entrecortada. Volteo y correspondió a la glacial sonrisa que le regalo el lindo chico. “Hola” pronuncio el pelinegro sin saber el porqué.
“Hola, que tal tu día?” Respondió el chico. Con una sonrisa en el rostro. “Bien… demasiado trabajo, el tuyo?” La charla fluyo entre ambos. Las copas iban y venían. Hubo un intercambio de risas y miradas… “Y cuál es tu nombre?” había preguntado el chico curioso.  Que para sus adentros contesto –Park Yoochun- él lo sabía todo del pelinegro.  “Park, Park Yoochun, cual es el tuyo?” “Kim Junsu, es un placer conocerte, Yoochun-ah”  estrecharon sus manos. Y una corriente electrizante recorrió a ambos cuerpos. Intercambiaron números y quedaron de verse al día siguiente.

Camino a casa, Yoochun meditaba sobre todas y cada una de las sensaciones que albergo su cuerpo desde que lo vio entrando al bar, Junsu, era todo lo que rondaba por los pensamientos del pelinegro.

Mientras tanto, Junsu miraba a Park entrando a su departamento, antes de arrancar y dirigirse al propio. La sonrisa que estaba plasmada en su rostro no se le borraría fácilmente. Y el brillo que llenaba a sus lindos ojos, simplemente era algo sensacional.  Agradecía eternamente el todavía estar estudiando y en lo que Yoochun trabajaba, él asistía a clases… todo parecía estar hecho para ellos.

Llego a su pequeño departamento, prendió unas cuantas luces y fue directamente a la cocina para comer algo, luego fue a su habitación y trato de imaginarse un futuro con él, con su Yoochun.
El haber esperado tuvo su recompensa, pensó. O al menos eso parecía.

El día llego bello, perfecto para salir. Yoochun despertó con renovada energía. Se despertó con una sonrisa en los labios. Y de un humor bastante bueno. Se ducho, desayuno y espero un poco para llamar a Junsu. Pero le sorprendió que fue el chico, el quien mando primero un mensaje. Respondió rápidamente, ansioso por una respuesta.  
Su celular sonó casi al instante. La respuesta era clara… “Nos vemos en una hora, donde tú quieras ;D”

Puso lugar  y se levanto para cambiarse, entro a su recamara y no sabía que ponerse, formal o algo más cómodo?  Nunca se había sentido así… nunca se había preocupado por cómo se veía.
Cuando llego al lugar acordado, faltaban 10 minutos para que fuera la hora. Se sentó y espero por Junsu. Miraba alrededor con una ansiedad mal disimulada.

******

Junsu llego y sonrió con autentica felicidad cuando lo vio sentado, esperando por él. Se aliso la camisa, que no necesitaba arreglar, se arreglo el pelo un poco y camino con paso seguro hacia ese chico hermoso.  No sabía que planeaba el pelinegro para ellos, pero… Kim si sabía el futuro que ambos debían tener y de una u otra forma lograría llevarlo a cabo.  

“Hey Yoochun-ssi, tienes mucho esperando?” pregunto al llegar.
“Oh, Hola Junsu-ah, acabo de llegar…” dejo la frase inconclusa, al mirar esas mejillas coloreadas de un tierno rosa.
“Q-que miras tanto? Tengo una mancha? Donde?” comenzó a limpiar su rostro, fingiendo no saber el porqué le mira. 
“N-no tienes nada, solo observaba lo lindo que eres” dijo avergonzado, por verse descubierto.
Las mejillas de Junsu volvieron a colorearse, ahora de un tono más intenso “Oh, haces que me avergüence”  el castaño se sorprendió de sí mismo de lograr esa inocencia que llegaba a ser maquiavélica. El pelinegro sonrió con coquetería.

El tiempo paso volando para ellos, disfrutaron de la compañía del otro, de una comida deliciosa  y un postre exquisito. Park irradiaba felicidad… la desbordaba por cada  poro de su cuerpo.  Junsu, flotaba en una nube, no cabía de placidez.

Las salidas y las llamadas incrementaron su frecuencia. La amistad creció; y no solo eso, algo más fuerte, una atracción inevitable. O eso pensaba Park, pues para Junsu ese sentimiento ya existía desde mucho antes.  Kim sabia que estaban destinados a estar juntos, desde el primer instante que lo vio. Que observo esos ojos oscuros y cálidos, esa sonrisa con galantería y a su vez tierna y única. Desde ese día supo que no importaba como, pero estarían juntos.

Y aquel día, de octubre… en que Park declarara sus sentimientos hacia el castaño. Ese día, Junsu derramo lágrimas, lágrimas de felicidad y de victoria, él había cumplido su objetivo.
Una declaración  concreta, sin mucho rodeo fue lo que Park hizo para el menor.
Con rosas esparcidos por aquel jardín, palabras dulces y el “Sí, sí quiero ser tu novio, Yoochunnie” por parte del castaño; fueron suficiente para hacer vibrar el corazón del pelinegro.
Todo parecía normal… las citas, las comidas en el departamento del otro, las cenas, todo… pero Park no sabía que no fue precisamente una casualidad que se conocieran.


Meses después…

Junsu iba dos veces por mes al sepulcro de Kim JaeJoong, llevaba flores recién cortadas, le pedía disculpas… lloraba su muerte, pues sentía culpa… una cruel sensación que no lo dejaba descansar  por las noches. 

Tenía pesadillas en las cuales Yoochun descubría toda la verdad. Park desengañaba todo y lo dejaba, declaraba que lo odiaba por haber hecho tal cosa, que no lo amaba que él estaba obsesionado y necesitaba ayuda médica.

Tal era su pesar, que un día que el pelinegro se encontraba en el trabajo. Quito de su departamento todas las pruebas de su espantoso acto. Quemo fotografías, cartas, recibos y la pistola la vendió. 
El ir a visitar el sepulcro, deshacerse de todas esas cosas calmo un poco su malestar. Estaba feliz con Yoochun, sin embargo, la angustia lo perseguía.

 ******

Yoochun fue a visitar aquel fúnebre lugar, al cual nunca le gusto visitar. Llevaba flores y pensaba en contarle las noticias más recientes a quien fue su primer gran amor.
Noto que tenía flores frescas, pero no le dio mayor importancia. Puso las que él llevaba. Y comenzó con su discurso, algunas lágrimas brotaron de sus profundos ojos. No tenía ya un gran agujero en su pecho. Ya no sufría al recordarlo. Lo seguía amando de una manera especial.

De su mano resbalo su teléfono y cayó al suelo. Al recogerlo noto que estaba una cadena ahí.  La tomo también y observo que era de Junsu… “Cómo… no  hay explicaciones lógicas para esto”
Se despidió de JaeJoong y fue directo a preguntar al guardia sobre las visitas hechas a éste.
Averiguo que un joven de cabellos castaños iba dos veces al mes. Según las señas que dio el guardia no era ninguno de sus amigos. No podría ser más que Junsu… pero porque, se cuestionaba mentalmente Park.

Salió rumbo a su departamento, aun rondaban en sus pensamientos las posibles hipótesis del por qué. Sin embargo, despejo su mente para no sufrir un accidente. 
Tuvo que actuar con naturalidad frente a Junsu. Tuvo que fingir que no sabía nada. Sus investigaciones dieron pie a que descubriera aquel acto atroz que Junsu cometiera casi ya dos años atrás. Investigo todo el pasado de Kim, hablo con amigos, familiares y todo conocido.

Varios de ellos le contaron que tenía ciertas fijaciones con una persona, sin embargo nunca dijo mucho sobre ella. Era obsesivo, necesitaba ayuda médica. Pero Park no podía, no sabía cómo hacerle frente a una situación tan complicada.  No tenía otra opción que darle la atención que necesitaba. Con el dolor de su corazón, acepto tales actos.

Park interno a Junsu en un sanatorio mental, bajo un estricto control médico, Yoochun se hizo responsable de todos los gastos que genere, pues a pesar de lo sucedido quiere a Junsu y no sería capaz de dejarlo a la deriva. Ni tampoco tuvo el valor para denunciarlo a la policía. Porque a fin de cuentas estaba enamorado de ése que era como un chiquillo.


Nunca espero que esto le pasara, nunca creyó que alguien tan inocente fuera capaz de algo tan atroz como el asesinar a alguien, por conseguir el “amor” de otra persona. 


Fin.

Día Lluvioso.

Título: Día lluvioso.
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género: Angst.
Extensión: Drabble.



Miraba con atención el curso de la lluvia al caer, sintiendo como mojaba su cuerpo, esa sensación de tranquilidad que le brindaba.

Pensaba solo en una cosa o más bien alguien, solo Park Yoochun ocupaba sus pensamientos. El pelinegro abarcaba todos y cada uno de ellos, de su sentir. Su corazón latió presuroso del solo añorar los cálidos brazos rodeando con cariño su cuerpo.

― ¿Donde estas? Sabes me haces tanta falta…― decía al aire, le decía a su Yoochunnie, a su recuerdo.

Hace un par de meses Park falleció. En un accidente automovilístico, Kim se culpaba de su muerte. Para él, aquella llamada en la que le pedía se diera prisa por llegar, fuese la causante de tan desdichada tragedia.

Se entero dos horas más tarde de ocurrido el hecho. Las lagrimas corrían por sus mejillas como ríos sin cause. No lograba estabilizarse, necesitaba avisar a JaeJoong, pero no podía articular palabra, siquiera marcar el número telefónico.

Su estado emocional actual es mucho mejor gracias a la ayuda de su familia y amigos.

Aquel día lluvioso, se encontraba recordando al pelinegro, como cada día desde su partida; remembrando aquellas ocasiones especiales, los ‘Te amo’, las caricias, los besos y cada uno de los momentos junto a él.

―Yoochunnie… espera por mí, ámame! Como yo aun lo hago, porque lo haré para la eternidad. Te amo y te extraño demasiado; pero estaremos juntos muy pronto, nos reuniremos en nuestro rinconcito de cielo.


Junsu podría jurar que el soplar del viento era la respuesta de Yoochun, era ese te amo por siempre Susu, ese soplar significaba que el pelinegro estaba con él. Que lo esperaba ansioso para hacer una vez  más el amor, de una manera más especial que otras veces. 

Susurre tu nombre al viento.

Título: Susurre tu nombre al viento. 
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género: Slash, Romance.
Extensión: One-Shot



Susurre tu nombre al viento, suspire y una lagrima rodó por mi mejilla. “Te extraño, Susu-ah.” Y no sé si tengas la mínima idea de cuánto. Porque cada día sin ti a mi lado es, es una tortura, una locura.  Algo que no estaba y aún no está en mis planes. Haré todo lo posible por ir y verte, por tenerte a mi lado, si la única manera de hacerlo es secuestrándote, lo haré.

Para empezar… tendré que viajar hasta donde tu familia de ha enviado: Canadá. Lo sé, suena tan loco, ellos realmente me odian, cierto?  Ye arrastraron lejos de mí, y tú siempre has sido un chico bueno y de familia. No te opusiste, aunque sé que me amas. 
Quiero estrecharte de nuevo en mis brazos, sentir tu calor. Bordear tus labios con las yemas de mis dedos… sentir los estremecimientos de cuerpo, bajo las caricias con las que te cubro.

Echo de menos tu risa, tus pucheros, tus ojos avellana, más hermosos que la luna misma.  Los hoyuelos al sonreír, tus mejillas sonrojadas y tus besos tímidos e inocentes.  Tus suaves manos en mi rostro. Mi reflejo en tus pupilas. Extraño todo eso y más, Junsu.

******

Voy rumbo a Canadá, no sé cómo te encontrare, lo único que sé es… que vives en Vancouver. Pero el amor lo puede todo. Así que… Mi corazón late presuroso al aterrizar.

A pesar de conocer un poco la ciudad, no me siento en casa, soy un perfecto extraño. Y tú, tu no sabias hablar inglés,  no imagino por cuanto has pasado desde tu llegada. Busque la dirección del hotel, quedaba cerca del centro. Todo era tan diferente y si, lo reconozco es hermoso, pero lo será aún más cuando estemos juntos y huyamos de todos.

Descanse un rato del vuelo,  después de tomar una  ducha… al despertar me pasee por los alrededores. Pare en una cafetería sencilla y cálida. Era verano y aun así, helaba a horrores. Lo sé Junsu, es Canadá… pero si te abrazara, si te rodeara con suavidad el frío no calaría tanto.

******

Junsu, han pasado cerca de dos semanas. He encontrado un  empleo de medio tiempo, sabes que el dinero no es algo que me falte. Rente un departamento sencillo; y frecuento lugares cálidos, como se te gustan. Pero no he tenido la suerte de encontrarte en ellos.  

Hoy ha comenzado a nevar… es extraño, en verano, Su!  Recuerdas nuestro primer beso, fue justo cuando la primera nevada cayó en Corea. Hace más de 4 años de eso, pero lo recuerdo como si nuestros labios se rozaron ayer, con ese mágico y electrizante sentimiento recorriendo nuestros cuerpos.

Recorro las calles de ese parque infantil, con el frio aire acariciando mi sobrio rostro. Mis pupilas no miran nada en especial… me gusta caminar simplemente.  Giro mi vista a un lago que está a mi izquierda…  y te veo. No estás feliz, lo sé, tus labios tienen una sonrisa triste en ellos.  Camine hacia allá, manteniendo una distancia prudente; quien estuviera contigo podría reconocerme y echar todo mi esfuerzo a la basura.

Espere con paciencia… pero estaba feliz, después de tanto tiempo volvía a verte, baby. Mis comisuras se estiraron hacia arriba, era la sonrisa más sincera desde tu partida.

********

Hacer un trabajo de espía es difícil o al menos lo fue para mí, Kim. Aguarde aquel día… resulta que fueron a un bar, ibas acompañado de tu gemelo JunHo. Después de tomar unas copas salieron rumbo a su departamento. Vivían en un edificio lo bastante lujoso, claro tu familia no los dejaría vivir en algo sencillo y humilde como lo es mi actual hogar. Pero a ti eso no te importa demasiado, tú no eres banal Junsu; tú eres cálido y humanista.

Guarde la dirección en mi móvil. Y tome un par de fotografías tuyas, perdóname… pero quería verte cuando llegara a mi hogar a descansar. Pase la noche entera meditando como chocar contigo “casualmente”; fue un gran dolor de cabeza. Llegue tarde al trabajo al día siguiente, y estuve un poco distraído. Me regañaron por eso, yo solo pude asentir y tratar de centrarme en mi trabajo, por el resto de la jornada. Todo se fue por la borda, Junsu. Porque? Porque entraste y te sentaste en una mesa que me está bajo mi servicio. Ibas solo y eso me alegro mucho. Con nerviosismo me dirigí a ti.

“Buenas tardes, puedo tomar su orden?” Tus orbes avellanas me miraron con gran asombro luego de escuchar mi voz. Mis ojos se conectaron con los tuyos y olvide el resto del planeta, solo importabas tú, Junsu, estabas ahí, delante de mí, con esos ojos en forma de gota… con tus labios curvándose en una sonrisa llena de amor. 

“Yoo-Yoochunnie?!” Y no dijiste más, lagrimas bañaban tus mejillas y saltaste a mis brazos… y yo estaba ahí… impactado por tu reacción, por tu belleza, por verte de nuevo frente a frente. Porque no era un sueño, estabas ahí, Junsu, ahí!! Con manos temblorosas acaricie tus suaves cabellos, respire el dulce olor que desprendía y me enamore aún más de ti. Me aferre a tu cintura… y susurre miles de ‘Lo siento’ y ‘Te amo, Susu’. Tu solo seguías sollozando… y ese “yo lo siento, aún más Chunn, no hice nada por quedarme a tu lado” Que mande a callar con un beso. Y flote, Kim Junsu, como hacía tiempo no lo hacía… llegue al paraíso. Ese cálido contacto, lleno de ternura, de añoranza y de amor infinito.

“No me dejes nunca, no dejes que me aparten de ti, Chunnie” Susurraste en mis labios, nunca te dejaría… Junsu te amo!! Con todo mi ser, con cada suspiro, con cada célula de mi cuerpo…

“Nunca te dejare jamás, no otra vez; Junsu… vayámonos.  Huyamos de aquí” mi tono de voz desesperado, mi sinceridad marcada en cada gesto. Mi corazón latiendo presuroso. 
“Me encanta la idea, pero… dame dos días. Arreglare todo…” Mis manos cayeron a mis costados, no creía que lo volvería a ver. “lo prometo, JunHo me ayudara… yo lo sé, confía en mi Yoochun” Puedo hacerlo, a ojos cerrados me entrego a ti, Junsu.

******

Renuncie ese mismo día y veme aquí… espero a que salgas de tu hogar, no sé a dónde iremos. Pero estaremos juntos y eso es lo que importa. Ya vienes rumbo al auto, veo a tu hermano despidiéndose desde la puerta del edificio. Lo despido con la mano. Y le agradezco que haya estado con nosotros, y su ayuda.

Entras al auto y beso tus labios, siguen siendo tan suaves y tersos como la primera y las muchas veces que los he besado. “Te amo demasiado Junsu, siempre lo haré”
“Te amo tanto Yoochun, te extrañe tanto…”

Arranque el auto hacia un destino nuevo, un paraíso en la Tierra. Juntos de ahora en adelante, Junsu.




Fin. ^.^ 

Simple atracción.


Título: Simple atracción. 
Autor: EunKyo
Pareja: YunJae.
Género: Slash, Romance.
Extensión: One-Shot




Jung Yunho es un empresario, multimillonario y excéntrico. Pero JaeJoong, no tenía ni la menor idea de la existencia de él. Todo fue una trampa tendida por el destino.
Su trabajo para una revista de moda, absorbía su tiempo.
Estaba en un medio donde debería conocerlo y sin embargo, no lo hacía.

Kim Junsu, compañero y amigo del pelinegro era el encargado de entrevistar al magnate de los negocios, se encontraba emocionado ya que no solo era una de las personas más importantes, sino que también es guapo y está soltero.
Para desgracia de JaeJoong, el castaño se enfermo justo el día en que se encontraría con Jung.

-No puedo hacer esto, Junsu. No soy yo el que va y cuestiona a las personas!- reclamaba a su amigo, mientras se vestía con su mejor traje.
-Claro que puedes, Joongie, trabajas en la misma revista, en el mismo medio, por dios! Es una simple entrevista… las preguntas ya están elaboradas, solo buscas las respuestas y listo. Te amare por el resto de mi vida.- Le dedico una sonrisa tierna y unos ojos de cachorro hambriento, que no se pudo resistir el pelinegro, que bufo por lo bajo resignado ante tal encomienda.- Te adoro, eres el mejor Hyung.
- Claro que lo soy, te deje sopa para que comas, tomate lo medicamentos a su hora. Y mejor me voy o se me hará tarde y eso… eso no va conmigo.
-Siempre te preocupas por mí, por eso eres mi Hyung favorito.
-Como sea… hasta luego, Su.

Kim salió a toda prisa de su departamento. Tenía cerca de una hora para llegar, pero odiaba ser impuntual. Sin prisa arranco el automóvil, y se enfrento al tráfico de un sábado por la mañana.  Subió el volumen de la radio, para despegar los nervios.
Al llegar al gran edificio, sintió un vuelco en el estomago. Nunca había estado tan exacerbado, era un presagio para él.  
Entro con paso seguro y se presento con la señorita que estaba en recepción. Tomo asiento, como le indico y luego la siguió por un largo pasillo.

-Entra, le espera ya, el Señor Jung.- le abrió la puerta, una puerta enorme y demasiado costosa para ser una puerta, pensó el pelinegro.
- Gracias señorita.- sonrió cortésmente, mientras se sumergía en la oficina. Su rostro se lleno de asombro, aquello era más grande que su departamento. Intento recuperar rápidamente la seriedad con la que debía presentarse.- Buenos días, señor Jung.
-Buenos días… joven Kim. Un placer- estrecharon sus manos y una corriente viajo por todo el cuerpo del pelinegro.
-Buen día, el gusto es mío.- Regreso una sonrisa grata y cálida a la que le ofreció el moreno. Tomo asiento justo frente a él. Y por alguna razón sus nervios se disiparon un momento.  
-Puede comenzar con las preguntas.- comento con aire distraído pero mostrando el interés debido.

Aclaro su garganta y leyó la primera pregunta en la lista que Junsu había escrito.- ¿Cómo es que ha influido bastante en el mundo de los negocios, en tan poco tiempo?
Dentro de su cabeza, solo rodo los ojos, que clase de pregunta era esa!!! Leyó con discreción las siguientes y solo podía abrir los ojos desmesuradamente mentalmente. Solo quería terminar ya y seguir la entrevista sin que surgieran  imprevistos.
Todo parecía ir bien, hasta que…el café estropeo la camisa del señor Jung, al escuchar la pregunta del pelinegro. -¿Es usted homosexual?

La cara de Kim se pinto de mil colores, como es posible… que preguntara tal cosa. La reacción se plasmo en el rostro del moreno y el solo pudo morder su labio y rogar internamente por que la tierra lo tragara.
-Disculpa…creo que la entrevista era solo sobre asuntos laborales, y esa me parece joven, no es una de ellas.- dijo mientras caminaba por la oficina, levantando el teléfono.- Si, Señorita Greene necesito una camisa limpia.- aquel tono de voz que demandaba control y poder, arrogancia y más no le agrado demasiado a JaeJoong. –Tú has escrito las preguntas?

Y no tuvo más remedio que explicar cómo es que termino ahí.
-Primero quiero pedir disculpas, solo estaba siguiendo la secuencia de las preguntas, y no, no fui yo quien las elaboro, yo no era el que tendría que entrevistarme con usted.
-Bueno, entonces, cuál es tu nombre?
-Kim, Kim JaeJoong, trabajo para la revista, soy fotógrafo y algunas veces trabajo como editor. Mi compañero Kim Junsu, era quien debía estar aquí, pero enfermo.
-JaeJoong…- Saboreo el nombre al pronunciarlo y causo un escalofrió en el cuerpo del pelinegro.  Al que los nervios llegaron a su cuerpo, de nueva cuenta.

******

JaeJoong no podía creer que después de dos semanas, aun perdiera el tiempo pensando en el magnate de los negocios. Nunca se imagino que no saldría de sus pensamientos.
“Deja de pensar en otras cosas y haz tu trabajo” Le trajo a la realidad Yoochun, su compañero laboral.
“Tú estás igual… cada que viene Junsu, no dejas de babear aun después que se ha ido” Le recrimino con ese aire autoritario que solo él podía mostrar ante Yoochun.
“No es verdad, no babeo por él… él babea por mi… es diferente”  La realidad era que Park si babea por el castaño, ambos lo hacían, pero no eran lo suficientemente valientes para declarar sus sentimientos. Y los aires de Casanova de Park molestaban tanto como encantaban a Kim.
El celular de JaeJoong recibió un mensaje… que se apresuro a leer. En su rostro el asombro se hizo presente. “No puede ser…” El mensaje era del que se gano los pensamientos del pelinegro. Jung YunHo.
“Que pasar Jae?” pregunto curioso Park.
“Es un mensaje de Jung… como rayos consiguió mi número telefónico?”  Alzo la voz con un tono hilarante.
“Es Jung, no te puedes sorprender por tan poco, amigo” Y su amigo y compañero Park tenia absolutamente toda la razón.

*****

La situación se dio de manera poco común, recibió el mensaje con la invitación de ir a cenar con él. Acepto sin pensar, luego quería cancelar… pero no encontró las razones suficientes y sus ansias por volverlo a ver fueron superiores.

No logro centrar su atención en el trabajo por el resto del día. Al término se despidió de Junsu y Yoochun, quienes se fueron juntos. Los nervios afloraron y ese nudo en la boca del estomago que solo podía indicar una cosa… JaeJoong sentía atracción por ese hombre moreno y apuesto.  Alineo sus ropas y salió de la oficina cuando recibió el mensaje del moreno, que ya se encontraba frente al edificio.

Al atravesar la puerta de cristal con ese paso seguro e irradiando seducción, miro al frente y lo encontró recargado en su lujoso auto.  Y toda su seguridad se esfumo. Los nervios la remplazaron; se supo perdido al encontrarse frente a él y mirar rápidamente sus ojos rasgados…sentir el latir presuroso de su corazón.  Estaba cayendo en el hechizo del moreno. En sus encantos.

“Buenas tardes, joven Kim” Murmuro Jung con esa voz tan masculina, que hizo estremecer al menor.
“Buenas tardes, Señor Jung, un gusto volverlo a ver” E hizo una pequeña venia… trataba de controlar sus espasmos pero le era imposible. Con escuchar su voz, con tan solo eso sentía su cuerpo vibrar y reaccionar.
“vamos tenemos una charla y la noche por delante” Asintió y subió al auto. Su asombro ante cada lujo de ese hombre aumentaba al conocerlo un poco más.


Fuimos a cenar a un restaurante bastante elegante, lo suficiente como para sentirme incomodo con mi vestimenta, aunque no era tan informal ni muy costosa. Él iba con su pulcro traje negro… de marca, todo en él es costoso, elegante e irradia ese toque tan suyo, como arrogante. Me perdí unas cuantas veces en mis pensamientos y tuve que pedirle que repitiera lo dicho.
Después de cenar, fuimos a tomar una copa… el lugar se encontraba en todo su esplendor. Subimos a un privado y teníamos la mejor vista del local.

“El dueño es un conocido mío” Susurro cerca de mi oído… a pesar de escucharse bien… la sensación de electricidad corriendo por mi cuerpo fue algo que hizo erizar los vellos en mi nuca.
“Parece que conoces a todo el mundo, Jung” Dije con tono molestia fingida. Su sonrisa de medio lado, acelero un poco a mi corazón.
“Así es Kim, no sabes el alcance de mis contactos” Esa simple oración me helo por completo. No lo conocía de nada, era cierto. No sabía de todo lo que era capaz y aun así quería besar esos labios.
“Estas saliendo con alguien?” Aclare mi garganta y conteste sinceramente… “No… estoy soltero” Asintió y paseo la vista por la pista de baile.
No supe en qué momento… pero tenía sus labios sobre los míos y mi respiración se entrecorto.  Respondí ese contacto… lleno de ansiedad y deseo.
“Anhelaba verte, Kim, me has dejado prendado…” Murmuraba mientras mordisqueaba mi cuello, respondí que yo también, entre jadeos y suspiros. Sus manos descendieron por mi pecho agitado… acariciando cada porción a su paso. Bajo a mis muslos y los apretaba entre sus fuertes manos. Dejándome entrever la fuerza con la que contaba. Era placentero en demasía, solo podía dejarme hacer.

Con suavidad acaricio por sobre el pantalón mi miembro que se encontraba erecto bajo el mismo. Mordí mi labio con fuerza, ahogando un gemido. Hace tiempo que no era tocado por alguien… y en los últimos días tenia sueños demasiado candentes con él.

“Ju-Jung…” gemí su nombre… no me importaba en absoluto el lugar, no me importaba nada… si seguía moviendo su mano sobre mi erección terminaría por correrme ahí mismo. Desabrocho los tres primeros botones de mi camisa. Jugó con mis pezones… y mi espalda se arqueaba entre sus brazos.
Perdería el control… lo perdería y me entregaría a ese hombre que apenas conozco.
Beso nuevamente mis labios hinchados. Un beso demasiado voraz, lleno de intensidad y una pasión creciente.

“No te reprimas JaeJoong-ah” Dijo de manera seductora en mis labios… ese siseo de mi nombre… logro que gimiera fuertemente al tiempo que su mano se deslizaba dentro de mi pantalón.

*********

Yoochun y Junsu quisieron saber detalles de esa velada… que duro hasta al día siguiente. Pues no llego a dormir al departamento que compartía con el castaño.  Eludió bastantes preguntas. Sin embargo, conto un poco de lo acontecido; y para él se sintió bastante bien.  Sus amigos por su parte también pasaron una noche grandiosa. Declararon sus sentimientos, unieron sus labios, sus corazones y sus vidas. Comenzaron una relación, que se ve tiene un futuro muy largo.


JaeJoong por su parte conoció el secreto más oscuro de Jung. El gusto de este por el BDSM, a Kim no pareció ser algo de que espantarse. Él mismo ha asistido a sitios donde van los amos y sus esclavos.  La idea nunca le pareció mala. Jugo varias veces el rol de sumiso. Y así pues, acepto ser el sumiso de Jung YunHo, el hombre multimillonario que no negaba ni admitía su homosexualidad, pero la vivía con pasión desenfrenada.  Le planteo que solo aceptaría si él sería el único sumiso que tendría y que no lo compartiría con alguien más. Jung acepto esas condiciones, en su fuero interno sabía que nunca compartiría a Kim con otro, ni necesitaría a alguien más, pues encontraba en él todo lo que necesitaba y deseaba. 


Fin...?